Eligio Ayala: El Estadista que Transformó Paraguay y el Legado que Perdura en una Calle de Asunción
Paraguay ha sido testigo de líderes que dejaron una huella imborrable en su historia, pero pocos con la brillantez y visión de Eligio Ayala. Este artículo rinde homenaje a su legado, resaltando su impacto en la política, la economía y la defensa nacional. En el corazón de Asunción, una arteria lleva su nombre, recordando a un hombre cuya inteligencia y determinación cambiaron el rumbo de la nación.
El Origen de un Líder
Eligio Ayala nació el 4 de diciembre de 1879 en Mbuyapey, junto a su hermano mellizo Emilio. Hijo de Manuela Ayala, una madre soltera, creció en una modesta chacra, rodeado de valores de esfuerzo y dedicación. Su padre biológico, Mariano Sisa, fue un maestro español, pero Eligio y su hermano no llevaron su apellido. Desde joven, demostró una capacidad intelectual excepcional, que lo llevó a recibir una educación privilegiada con el apoyo de su tío José del Rosario Ayala, quien lo envió a estudiar en el Colegio Nacional de la Capital y posteriormente en el Colegio Nacional de Encarnación.
Su talento no pasó desapercibido. Durante sus exámenes, impresionó al entonces presidente Emilio Aceval, quien le ofreció una beca para estudiar medicina en Italia, pero Eligio optó por el Derecho en Buenos Aires. Regresó a Asunción y culminó sus estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales a los 21 años, mientras trabajaba como docente para mantenerse económicamente. Desde el inicio, su carrera estuvo marcada por la excelencia y el compromiso con el país.
Una Trayectoria Política y Académica Brillante
Eligio Ayala se convirtió en una de las mentes más brillantes de su tiempo. Se desempeñó como abogado, juez, fiscal y profesor. En 1907, inició su carrera política al ser electo diputado. Participó en las revoluciones de 1904 y 1910, y, tras renunciar a su cargo como presidente de la Cámara de Diputados, se exilió en Corrientes, Argentina, donde encontró apoyo para especializarse en Derecho en Europa. Viajó por Francia, Inglaterra, Alemania, Italia, Suiza, España y Portugal, absorbiendo conocimientos que luego aplicaría en la política paraguaya.
En 1920, regresó a Paraguay y asumió como Ministro de Hacienda en el gobierno de Manuel Gondra, cargo en el que enfrentó una crisis económica profunda. Con visión y disciplina, implementó políticas para equilibrar las finanzas nacionales y estabilizar la moneda, sentando las bases para el crecimiento económico. En 1923, fue elegido presidente provisional y, al año siguiente, asumió como presidente electo del Paraguay.
Gestión Presidencial y Preparación para la Guerra del Chaco
El mandato de Eligio Ayala (1924-1928) se caracterizó por su enfoque en la estabilidad económica y la modernización del país. Consciente de la creciente amenaza boliviana en el Chaco, tomó medidas preventivas mediante la compra estratégica de armamento y la organización de las finanzas para sostener un eventual conflicto. Su política de reducción del gasto público y aumento de las exportaciones fortaleció la economía, permitiendo al país estar preparado para la guerra que se avecinaba.
Durante su gobierno, se aprobaron leyes clave, incluyendo una amnistía para los civiles comprometidos en la guerra civil de 1922-1923, fomentando la unidad nacional. Además, promovió el desarrollo agrícola y la educación, sentando bases para el crecimiento del país en las décadas posteriores.
Al finalizar su mandato, entregó el poder a José Patricio Guggiari y retomó el Ministerio de Hacienda, desde donde continuó aplicando su conocimiento en beneficio de la nación.
Una Muerte Trágica e Inesperada
El 23 de octubre de 1930, la vida de Eligio Ayala llegó a un abrupto final en un confuso episodio de tinte pasional. Fue herido de bala en una disputa con Tomás Bareiro, quien también perdió la vida en el enfrentamiento. A pesar de sus heridas, logró caminar hasta un taxi que lo llevó al Sanatorio Masi Escobar, donde falleció al día siguiente, a los 51 años.
La versión oficial de los hechos fue proporcionada por Hilda Diez, su pareja y única testigo, pero el suceso ha sido objeto de diversas interpretaciones a lo largo de la historia. Lo cierto es que su muerte dejó un vacío en la política paraguaya, perdiendo a uno de los hombres más brillantes de su tiempo.
El Homenaje de Asunción: Calle Eligio Ayala
Para honrar su legado, la Junta Municipal de Asunción, en sesión extraordinaria, decidió nombrar con su nombre a la calle que antes llevaba la denominación de Presidente Wilson. La Ordenanza N° 2077/30 formalizó este homenaje, otorgando a la vía que atraviesa los barrios Catedral, San Roque, Ciudad Nueva y General Caballero el nombre de Eligio Ayala.
La calle representa más que un simple homenaje: es un recordatorio de la capacidad de un hombre de cambiar la historia de su país. Caminar por esta avenida es recorrer la memoria de un líder que supo interpretar las necesidades de su nación y trabajar incansablemente por su desarrollo.
Conclusión: Un Legado Inmortal
Eligio Ayala fue más que un presidente; fue un intelectual, un economista y un estratega que dejó una marca indeleble en Paraguay. Su legado sigue vivo en las políticas que estableció, en la preparación que brindó para la defensa nacional y en la memoria colectiva de la nación. Su historia nos recuerda que la inteligencia y el compromiso pueden transformar un país, incluso en los tiempos más difíciles.
Desde nuestro diario, agradecemos a la Municipalidad de Asunción por la iniciativa de resaltar la historia de las calles de la ciudad. Este artículo fue inspirado en esa idea y busca mantener viva la memoria de un líder que dio todo por su país.