José Falcón: El Hombre que Salvó la Historia de Paraguay
Las calles de Asunción no solo son vías de tránsito, sino también testigos de la memoria histórica de la nación. Una de ellas lleva el nombre de José Falcón, un personaje fundamental en la conservación del Archivo Nacional y en la lucha por los límites reales del Paraguay. Su legado, a menudo opacado por los grandes nombres de la Guerra de la Triple Alianza, fue crucial para preservar la identidad y soberanía del país.
Una Calle que Resguarda una Historia
Desde 1942, la avenida José Falcón, también conocida como 21° Proyectada, honra su memoria. Su recorrido se extiende desde la calle Independencia Nacional hasta Juan de Ayolas, atravesando barrios históricos como Tacumbú, Obrero y Roberto L. Petit. Paralela a las calles Teniente Gregorio Benítez y Benjamín Aceval, esta avenida se convierte en un homenaje permanente a un hombre que, en tiempos de guerra y crisis, decidió resguardar la historia de su nación.
Infancia y Formación
José Falcón nació el 24 de febrero de 1810, hijo de Manuel Francisco Falcón y Fernández, un español, y de María Ana de Lara y Villanueva, asuncena. Su formación académica se desarrolló en Uruguay, bajo la tutela de su tío Bernardo Pérez Grance, quien financió su educación en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República Oriental del Uruguay. A través de sus estudios, Falcón se convirtió en un hombre ilustrado, con un profundo conocimiento de la historia y la diplomacia.
Su Servicio al Paraguay
Durante el gobierno de Carlos Antonio López, fue convocado a servir en diversas funciones administrativas desde 1844. Su capacidad intelectual lo llevó a ocupar cargos clave como escribiente, jefe del Archivo Nacional, ministro del Interior y, más tarde, ministro de Relaciones Exteriores.
Como canciller, enfrentó al almirante brasileño Pedro Ferreira de Oliveira en 1855, rechazando las imposiciones extranjeras sobre Paraguay. Su papel en la defensa de la soberanía nacional se consolidó con su participación en el Congreso de 1865, donde se ratificó la declaración de guerra contra Argentina.
Guerra y Exilio
Cuando estalló la Guerra de la Triple Alianza, Falcón permaneció en la capital junto al vicepresidente Domingo Francisco Sánchez, convirtiéndose en un símbolo de resistencia. En 1867, despidió los restos del general José E. Díaz en La Recoleta, un evento significativo en el marco de la guerra.
Más tarde, fue trasladado al frente de batalla, donde se desempeñó como juez en los Tribunales de Sangre de San Fernando. Su fidelidad a la causa paraguaya lo llevó a seguir al éxodo hasta Cerro Corá, donde logró sobrevivir al colapso final del ejército nacional.
El Gran Rescate del Archivo Nacional
Uno de sus mayores logros fue salvar parte del Archivo Nacional de la destrucción total. Ante la inminente ocupación de Asunción, trasladó los documentos a Luque y luego los llevó en carretas hasta Cerro León y Caacupé. Sin embargo, en su travesía, su "carameguá" cayó en manos aliadas y los documentos fueron transportados a Asunción.
Muchos de estos archivos fueron quemados por los ocupantes para ser usados como papel de combustión, una pérdida invaluable para la historia nacional. A pesar de ello, Falcón logró rescatar parte de los documentos del basural donde fueron arrojados, preservando un fragmento crucial de la memoria del país.
Regreso al Servicio Público y su Lucha Diplomática
En diciembre de 1870, Falcón retomó su servicio en el Estado, reorganizando el Archivo Nacional y convirtiéndose en su primer director oficial. También participó en la redacción del código de procedimientos civiles y en la organización del Colegio Nacional de la capital.
Su profundo conocimiento de las cuestiones limítrofes le permitió argumentar con pruebas históricas la pertenencia paraguaya de territorios en disputa. Sin embargo, fue reemplazado en la Cancillería por imposición del Brasil, que prefería un negociador más dócil. Su sucesor, Carlos Loizaga, aceptó sin discusión las demandas brasileñas, lo que resultó en la pérdida de territorios para Paraguay en el Tratado de Paz y Límites de 1872.
No obstante, sus documentos fueron esenciales para la defensa del Chaco paraguayo en las negociaciones con Argentina, donde sus registros sirvieron como base para el alegato del doctor Benjamín Aceval y el fallo del presidente Rutherford Hayes, que reconoció la soberanía paraguaya sobre esas tierras.
Legado y Descendencia
En 1853, José Falcón contrajo matrimonio con Joaquina Gill García del Barrio, con quien tuvo cinco hijos. Su primogénito, José Luis, falleció en Cerro Corá en 1870, mientras que sus otros descendientes, Joaquina, Blas Augusto, Ana María y Felicia Georgina, continuaron su legado.
José Falcón falleció el 12 de enero de 1881, dejando una huella imborrable en la historia paraguaya.
Conclusión: Un Nombre que Perdura en la Historia
La vida de José Falcón es un ejemplo de patriotismo, inteligencia y compromiso con la memoria nacional. Su labor en la defensa de los archivos históricos y la soberanía territorial de Paraguay es motivo suficiente para que su nombre siga resonando en la historia del país. La avenida que lleva su nombre en Asunción es más que un recordatorio: es un testimonio de su invaluable contribución.
Agradecemos a la Municipalidad de Asunción del Paraguay por la inspiración para esta investigación histórica.